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Libro: EMPATÍA -INTELIGENCIA EMOCIONAL-

Autor: Harvard Business Review Press

Es fácil reconocer a los ejecutivos que pueden centrarse en los demás de forma eficaz. Son los que encuentran puntos en común, cuyas opiniones tienen más peso, y con los que todos quieren trabajar. Son líderes naturales, con independencia de su nivel en la sociedad o en una organización.

Empatía cognitiva: la capacidad de entender la perspectiva de la otra persona.

Empatía emocional: la capacidad de sentir lo que otra persona siente.

Interés empático: la capacidad de entender lo que otra persona necesita de ti.

Algunos directivos escogen una respuesta diferente ante un empleado que rinde mal: compasión e interés. No es que no sientan frustración o enfado, pero de alguna manera son capaces de no juzgar e incluso pueden aprovechar ese momento para hacer un poco de coaching.

En primer lugar, la compasión y el interés hacen que aumenten la lealtad y la confianza de los empleados en su superior. Las investigaciones demuestran que los sentimientos de afecto y las relaciones positivas en el trabajo influyen más en la lealtad de un empleado que la cuantía de su nómina.

Las respuestas violentas  no solo afectan a la lealtad y la confianza, también inhiben la creatividad, pues incrementan el nivel de estrés del trabajador.

La práctica de la meditación puede ayudar a mejorar la conciencia de uno mismo y al autocontrol emocional.

Qué hacen los grandes escuchadores: Una buena escucha se basa en tres aspectos:

            -No hablar mientras los demás hablan.

            -Hacer saber a los demás que estás escuchándoles mediante expresiones faciales y sonidos verbales.

            -Ser capaz de repetir lo que otros han dicho, prácticamente palabra por palabra.

Los buenos escuchadores suelen hacer sugerencias, una buena escucha siempre incluye un feedback.

Quienes dominan el arte de escuchar nunca se apropian de la conversación, ni hacen que sus temas o problemas se conviertan en objeto de la misma.

La empatía es la clave de las buenas reuniones: Los sentimientos negativos afectan a la creatividad y la innovación, por no mencionar al trabajo en equipo. Hay un intenso vínculo neurológico entre sentimientos y cognición. Pensamos de manera más clara y creativa cuando nuestros sentimientos son en gran medida positivos y los desafíos son los adecuados. 

Apaga el móvil y presta atención a la gente con la que estás ahora.

Empatizar con la gente es más difícil si has estado en su lugar: En un serie de experimentos recientes, descubrimos que las personas que habían tenido dificultades  en el pasado (como divorciarse o ser ignorado para una promoción) tenían menos probabilidades de mostrar compasión por alguien que estuviera pasando por la misma situación que ellos, si se compara con las personas sin experiencia en esa situación en particular.

Convertirte en poderoso te hace menos empático: Deja de lado las preguntas fáciles de responder (¿Qué tal lo estoy haciendo?) y cuestiónate las difíciles (¿Cómo afecta a mis empleados mi forma de actuar y mi punto de vista?)

Los límites de la empatía: Puede parecer paradójico pero, cuando una persona está descansada, es más capaz de detectar, descifrar y satisfacer las necesidades de los demás.