Seleccionar página

Libro: LECCIONES DE LIDERAZGO CREATIVO

Autor: Robert Iger

Los 10 principios necesarios para ser un auténtico líder:

  1. Optimismo, el líder optimista no cede ante el pesimismo. Los pesimistas no motivan ni transmiten energía a la gente.
  2. Valentía, la innovación es vital y esta solo se produce de verdad cuando las personas son valientes. El miedo al fracaso destruye la creatividad.
  3. Concentración, es indispensable saber comunicar las prioridades con claridad y frecuencia.
  4. Decisión, los líderes deben fomentar la diversidad de opiniones pero equilibrándola con la necesidad de tomar y aplicar decisiones.
  5. Curiosidad, el camino de la innovación empieza por la curiosidad.
  6. Equidad, un liderazgo fuerte implica tratar a las personas de forma justa y decente. La empatía es esencial, al igual que la proximidad.
  7. Reflexión, se trata simplemente de tomarse el tiempo necesario para desarrollar opiniones bien fundamentadas.
  8. Sinceridad, sé franco, sincero, esto genera respeto y confianza.
  9. El constante afán de perfección, no es lo mismo que ser perfeccionista a toda costa, pero sí negarse a aceptar la mediocridad o a justificar algo diciendo que “así ya está bien”. Si crees que una cosa puede mejorarse, haz un esfuerzo para conseguirlo. Si te dedicas a hacer algo, que sea genial.
  10. Integridad, no hay nada más importante que la calidad y la integridad de las personas y los productos de una organización. La forma en que haces algo es la misma en que lo haces todo.

En el trabajo, en la vida, te ganarás el respeto y la confianza de las personas que te rodean si reconoces sinceramente tus errores. Es imposible no cometerlos, pero es posible reconocerlos, aprender de ellos y dar ejemplo de que a veces está bien hacer las cosas mal.

educado con la gente, trata a todo el mundo con equidad y comprensión.

Cuando me dieron la oportunidad de ser un líder, me di cuenta instintivamente tanto de la necesidad de esforzarse para lograr la perfección como de lo equivocado que resulta preocuparse solo por el producto y nunca por las personas.

Apostar por el Talento.

Hay momentos en nuestras carreras, en nuestras vidas, que constituyen puntos de inflexión, pero a menudo no son del todo evidentes o espectaulares. La poca disposición de una persona a actuar en el momento adecuado puede dar pie a una tensión y una ineficiencia de los más innecesarias.

La vida es una aventura. Si no eliges el camino de la aventura, entonces es que no estás vivo.

Sé consciente de lo que no sabes (y confía en lo que haces).

Tú inexperiencia no puede servir de excusa para el fracaso.

La primera regla es no fingir, tienes que ser humilde, y no puedes pretender ser quien no eres o saber lo que no sabes. Tienes que hacer las preguntas necesarias, reconocer lo que no entiendes, pero sin disculparte, y esforzarte por aprender lo que haga falta tan rápido como puedas. No hay nada que inspire menos confianza que una persona que finge tener unos conocimientos que no posee. Los verdaderos liderazgo y autoridad vienen de saber quién eres y de no pretender que eres otra cosa. 

Prefiero asumir grandes riesgos y fracasar a veces que no correr ninguno. 

Básico entender que es necesario sentirse cómodo con el fracaso, no con la falta de esfuerzo, sino con la ineludible verdad de que, si quieres innovar, tienes que permitirte fracasar.

Gestionar el propio tiempo y respetar el de los demás es una de las cosas más vitales de las que debe encargarse todo gestor.

Cuando esperas que algo salga bien sin que seas capaz de explicarte a ti mismo de forma convincente cómo va a suceder esto, deberían saltarte las alarmas y tendrías que plantearte una serie de preguntas aclaratorias: ¿Cuál es el problema que necesito resolver? ¿Es lógica esta situación? Si tengo dudas, ¿a qué se deben? ¿Hago esto por motivos sólidos o por razones personales?

A todos nos gusta creernos irreemplazables. La clave es darte cuenta de las propias limitaciones y no aferrarte a la idea de que eres la única persona que puede hacer el trabajo. En lo esencial, el buen liderazgo no consite en ser indispensable sino en ayudar a los demás a estar preparados para ocupar el puesto del líder, haciéndolos participar en la toma de decisiones, identificando las habilidades que necesitan desarrollar y aundándolos a mejorar, y, como he tenido que hacer en alguna ocasión,  explicándoles a veces con franqueza por qué no están preparados para dar el siguiente paso.

Es fundamental tener una visión del conjunto y, al mismo tiempo, de los detalles más minúsculos, y sopesar cómo lo uno afectaba a lo otro.

El éxito o el fracaso de algo muy a menudo se reduce a cuestiones del detalle.  La genialidad suele basarse en un cúmulo de detalles.

El poder del respeto.

No permitas que tu ego te impida tomar la mejor decisión posible.

Con un poco de respeto se llega muy lejos y su ausencia suele costar muy cara. Si tratas a la gente con respeto y empatía puede hacerse realidad lo que parece imposible.

La gente a veces evita los grandes cambios porque valora las posibilidades y argumenta en su propia contra incluso antes de dar el primer paso.

Las posibilidades remotas no son tan improbables como parecen.

Tienes que estar dispuesto a asumir grandes riesgos. Sin ellos no puede haber grandes ganancias.

Rodéate de personas que sean buenas, además de ser buenas en lo que hacen.

La integridad no tiene precio. La integridad de una compañía depende de la integridad de sus empleados.

El truco del liderazgo: aferrarse a esa conciencia de uno mismo, aunque el mundo te diga lo poderoso e importante que eres. En el momento en que empieces a creértelo demasiado, en el momento en que te mires al espejo y veas un título inscrito en tu frente, habrás perdido el camino. Puede que esa sea la lección más difícil, pero también la más necesaria, que debes tener en mente, allá donde te encuentres a lo largo del camino, eres la misma persona de siempre.

A modo de conclusión en lecciones de liderazgo:

Valora más la capacidad que la experiencia y pon a las personas en roles que les exijan más de lo que ellas mismas creen que pueden alcanzar.

Haz las preguntas necesarias, reconoce lo que no entiendes, pero sin disculparte, y esfuérzate por aprender lo que haga falta tan rápido como puedas.

No puedes transmitir pesimismo a las personas que te rodean . Es catastrófico para la moral. Nadie quiere seguir a un pesimista.

Si algo no te parece apropiado, entonces probablemente no es adecuado para ti.

Bob en este libro en tono autobiográfico muestra parte de su carrera, y cómo ha terminado siendo el CEO de una compañía mágica (y muy grande) como es Disney. Historias de éxito profesional donde como todos ha tenido sus altibajos. Nos habla de la importancia del optimismo, nadie quiere seguir a un líder pesimista, como líder tenemos además que ser una persona proactiva que ayude a nuestro equipo a crear de manera positiva en el buen hacer, en llevar a cabo un trabajo que ayude a mejorar la sociedad y el mundo en el que vivimos. No es difícil llevar esto a la práctica en el sector inmobiliario, sabemos que el ambiente positivo en el equipo será de suma importancia, si tu equipo no se cree capaz de ayudar a un cliente a comprar o vender una casa, ¿quién se lo va a creer?. Siempre sin dejar de lado la humildad, un valor que resalta en varias ocasiones en su libro Robert. Tengamos valentía y seamos capaces de innovar en un sector en el que aún queda camino por recorrer. Seamos más creativos.